martes, 11 de diciembre de 2007
SOBRE EL HOSPITAL DE LIGA ISRAELITA CONTRA LA TUBERCULOSIS, DE PATERNAL
11/12/07
Fracasó por falta de compradores el remate de un hospital
Clarín
El remate del edificio de la Liga Israelita Contra la Tuberculosis, que se realizó ayer en la Corporación de Rematadores, fracasó por falta de compradores, según fuentes de la misma Corporación y los vecinos de La Paternal, que se habían movilizado para pedir la suspensión de la subasta.
El hospital, ubicado en Fragata Sarmiento 2152 cerró definitivamente sus puertas por problemas económicos el 17 de mayo de 2006, tras 90 años de funcionamiento en los que se caracterizó por asistir a pacientes de bajos recursos.
En La Paternal se formó la comisión "Salvemos la Liga" y los vecinos reunieron más de mil firmas para impedir que el hospital sea rematado.
Gustavo Spektor, uno de los vecinos, destacó que "el juez que está en la causa ordenó al rematador que al iniciar el acto informe la situación en que está el inmueble, ya que hay un proyecto en la Legislatura que plantea su expropiación, pero no se dijo nada".
Ayer en el lugar donde se rea lizó el remate (Perón 1233) se vivieron momentos de tensión ya que los vecinos fueron retirados por la Policía. En la Legislatura porteña, los diputados Beatriz Baltroc (Frente para la Victoria) y Fernando Cantero (ARI) elaboraron un proyecto de expropiación que todavía no fue debatido. Baltroc dejó su banca el jueves pero Cantero -que sigue- se comprometió a tratarlo en marzo, según los vecinos. Estos le solicitarán al juez que se suspenda el remate hasta el debate de la ley. El caso está a cargo del del juez Juan Garibotto.
Los vecinos aseguraron que el edificio de La Liga Contra la Tuberculosis "está en perfecto estado" y piden que se transforme en un centro de salud de la Comuna y abierto a todos.
SIN COMPRADORES
Fracasó remate de un hospital en La Paternal
LA RAZÓN
El remate del edificio de la Liga Israelita Contra la Tuberculosis, que se realizó ayer en la Corporación de Rematadores, fracasó por falta de compradores, según la Corporación y los vecinos de La Paternal, que se habían movilizado para pedir la suspensión de la subasta.
El hospital, en Fragata Sarmiento 2152, cerró sus puertas por problemas económicos.
lunes, 10 de diciembre de 2007
REMATE DE EDIFICIO DE HOSPITAL QUEDO SIN OFERTA
10 de diciembre de 2007
Suspenden subasta de la Liga Israelita Contra la Tuberculosis.
PAGINA12
El remate del inmueble de la Liga Israelita Contra la Tuberculosis, que se realizó hoy en la Corporación de Rematadores, fracasó por falta de compradores, informaron los vecinos del barrio porteño de La Paternal, quienes se movilizaron para pedir la suspensión de la subasta.
"La subasta fracasó porque no hubo compradores", aseguró a Gustavo Spektor, vecino del barrio de La Paternal donde funcionó hasta hace más de un año el hospital que asistía a la población de bajos recursos y que debió cerrar por problemas económicos.
Por su parte, fuentes de la Corporación de Rematadores confirmaron que el inmueble "quedó sin oferta".
El barrio formó la comisión "Salvemos la Liga" y reunieron más de mil firmas para impedir que el hospital sea rematado, "no obstante el remate se llevó a cabo, y viciado de ilegalidad", dijo Spektor.
El hombre destacó que "el juez que está en la causa ordenó al rematardor que al iniciar el acto informe la situación en que está el inmueble, ya que hay un proyecto en la Legislatura que plantea su expropiación, pero no se dijo nada".
Los vecinos, que habían ingresado al recinto del remate, en Perón 1233, en el centro porteño denunciaron que no se estaba informando acerca de la situación del inmueble a viva voz y fueron retirados del lugar por la fuerza pública, dijo Spektor.
En este sentido, recordó que los vecinos autoconvocados se habían acercado a la Legislatura porteña donde los diputados Beatriz Baltroc (Frente para la Victoria) y Fernando Cantero (ARI) elaboraron un proyecto de expropiación y este último se comprometió a tratarlo en marzo próximo.
Ante esta situación, el vecino dijo que le van "a solicitar al juez que suspenda el remate hasta el debate de la ley".
Precisó que el caso está a cargo del Juzgado Nacional en Primera Instancia en lo Comercial Número 2, secretaría 4 a cargo del juez Juan Garibotto.
Los vecinos aseguraron que el edificio de La Liga Contra la Tuberculosis "está en perfecto estado" y piden que se transforme en un centro de salud de la comuna y abierto a todos.
Vecinos defienden un hospital
Lunes 10 de diciembre de 2007
LA NACIÓN
Vecinos de La Paternal se movilizarán hoy a la Corporación de Rematadores para impedir la subasta de la Liga Israelita Contra la Tuberculosis, un hospital que asistía a la población de bajos recursos antes de su cierre, hace más de un año. Convocados en la comisión "Salvemos La Liga", los vecinos de La Paternal reunieron más de 1000 firmas para impedir que el hospital sea rematado y se acercaron a la Legislatura porteña, donde los diputados Beatriz Baltroc (Frente para la Victoria) y Fernando Cantero (ARI) elaboraron un proyecto de expropiación. "Cantero se comprometió a tratar el proyecto en marzo, pero el juez decretó el remate para mañana [por hoy] a las 9", explicó a la agencia Télam una de las integrantes de la comisión vecinal, Clara Brafman, y dijo que los vecinos se van a movilizar hoy, a esa hora, a la Corporación de Rematadores, en Perón 1233. La mujer detalló que la Liga Israelita Contra la Tuberculosis, en Fragata Sarmiento 2152, es un hospital privado que en los últimos años, atendía a la población con menos recursos porque cobraba bonos de dos pesos. "El hospital público más cercano es el Alvarez -continuó-, pero para llegar hay que tomarse dos colectivos y hay gente que no puede pagarlo. Además, era el único prestado para las rehabilitaciones del PAMI." Según Brafman, la crisis económica provocó la quiebra del hospital.
Suspenden subasta de la Liga Israelita Contra la Tuberculosis.
PAGINA12
El remate del inmueble de la Liga Israelita Contra la Tuberculosis, que se realizó hoy en la Corporación de Rematadores, fracasó por falta de compradores, informaron los vecinos del barrio porteño de La Paternal, quienes se movilizaron para pedir la suspensión de la subasta.
"La subasta fracasó porque no hubo compradores", aseguró a Gustavo Spektor, vecino del barrio de La Paternal donde funcionó hasta hace más de un año el hospital que asistía a la población de bajos recursos y que debió cerrar por problemas económicos.
Por su parte, fuentes de la Corporación de Rematadores confirmaron que el inmueble "quedó sin oferta".
El barrio formó la comisión "Salvemos la Liga" y reunieron más de mil firmas para impedir que el hospital sea rematado, "no obstante el remate se llevó a cabo, y viciado de ilegalidad", dijo Spektor.
El hombre destacó que "el juez que está en la causa ordenó al rematardor que al iniciar el acto informe la situación en que está el inmueble, ya que hay un proyecto en la Legislatura que plantea su expropiación, pero no se dijo nada".
Los vecinos, que habían ingresado al recinto del remate, en Perón 1233, en el centro porteño denunciaron que no se estaba informando acerca de la situación del inmueble a viva voz y fueron retirados del lugar por la fuerza pública, dijo Spektor.
En este sentido, recordó que los vecinos autoconvocados se habían acercado a la Legislatura porteña donde los diputados Beatriz Baltroc (Frente para la Victoria) y Fernando Cantero (ARI) elaboraron un proyecto de expropiación y este último se comprometió a tratarlo en marzo próximo.
Ante esta situación, el vecino dijo que le van "a solicitar al juez que suspenda el remate hasta el debate de la ley".
Precisó que el caso está a cargo del Juzgado Nacional en Primera Instancia en lo Comercial Número 2, secretaría 4 a cargo del juez Juan Garibotto.
Los vecinos aseguraron que el edificio de La Liga Contra la Tuberculosis "está en perfecto estado" y piden que se transforme en un centro de salud de la comuna y abierto a todos.
Vecinos defienden un hospital
Lunes 10 de diciembre de 2007
LA NACIÓN
Vecinos de La Paternal se movilizarán hoy a la Corporación de Rematadores para impedir la subasta de la Liga Israelita Contra la Tuberculosis, un hospital que asistía a la población de bajos recursos antes de su cierre, hace más de un año. Convocados en la comisión "Salvemos La Liga", los vecinos de La Paternal reunieron más de 1000 firmas para impedir que el hospital sea rematado y se acercaron a la Legislatura porteña, donde los diputados Beatriz Baltroc (Frente para la Victoria) y Fernando Cantero (ARI) elaboraron un proyecto de expropiación. "Cantero se comprometió a tratar el proyecto en marzo, pero el juez decretó el remate para mañana [por hoy] a las 9", explicó a la agencia Télam una de las integrantes de la comisión vecinal, Clara Brafman, y dijo que los vecinos se van a movilizar hoy, a esa hora, a la Corporación de Rematadores, en Perón 1233. La mujer detalló que la Liga Israelita Contra la Tuberculosis, en Fragata Sarmiento 2152, es un hospital privado que en los últimos años, atendía a la población con menos recursos porque cobraba bonos de dos pesos. "El hospital público más cercano es el Alvarez -continuó-, pero para llegar hay que tomarse dos colectivos y hay gente que no puede pagarlo. Además, era el único prestado para las rehabilitaciones del PAMI." Según Brafman, la crisis económica provocó la quiebra del hospital.
sábado, 1 de diciembre de 2007
VILLA CRESPO, EL EXILIO, LA NIETA RECUPERADA, EL CERVANTES
ES EL MAS PRESTIGIOSO GALARDON DE LA LITERATURA EN ESPAÑOL Y ESTA DOTADO CON 134.000 DOLARES
Juan Gelman ganó el Premio Cervantes
El poeta argentino conjuga un fino trabajo del lenguaje con un fuerte compromiso político. Antes lo habían recibido Borges, Sábato y Bioy Casares.
Por: Eduardo Pogoriles
Los cables periodísticos insisten en la sorpresa de Juan Gelman, allá en el barrio Condesa del Distrito Federal de México donde vive desde la década de 1980 junto a la psicoanalista Mara La Madrid.
"Me tocó a mí, no me lo esperaba, pensé que era muy difícil", dijo el autor de Violín y otras cuestiones. En verdad, Gelman es el poeta argentino de mayor proyección internacional. Un candidato firme desde que -luego de su retorno del exilio en 1983- logró reconocimientos aquí y afuera. Por caso, el Premio Nacional de Poesía en 1997 en la Argentina, el Juan Rulfo en 2000 en México, el Premio Reina Sofía en España en 2005. Faltaba el Premio Cervantes -dotado con 134.000 dólares- que da el Ministerio de Cultura de España junto a la Real Academia Española desde el año 1975.
Sólo tres argentinos lo ganaron antes: Jorge Luis Borges en 1979, Ernesto Sábato en 1984 y Adolfo Bioy Casares en 1990. Gelman lo recibirá el 23 de abril de 2008 -aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes- en Alcalá de Henares. "Lleva la poesía tatuada en los huesos, este es un premio con muchos merecimientos", dijo el ministro de Cultura español, César Antonio Molina. "A través de sus libros, Gelman nos enseñó a resistir desde la poesía y desde la vida para superar los tiempos difíciles de nuestro país", dijo la ministra de Cultura porteña, Silvia Fajre. "Ha sido un hombre entregado desde muy joven a la poesía, desde sus primeras obras no ocultó que milongueaba mucho con el ritmo de la palabra y con el juego del léxico.
La dimensión de compromiso social y político nunca lo llevó a abdicar del compromiso con la poesía", dijo Víctor García de la Concha, presidente de la RAE y del jurado. Otro de los jurados, el poeta español Antonio Gamoneda -ganador del Cervantes en 2006- destacó que Gelman "logró interiorizar su terrible historia personal y familiar, las integró a su pensamiento poético, a la consistencia rítmica y musical de su poesía". Los tres señalaron el amor de Gelman por los grandes poetas místicos españoles: Santa Teresa de Avila, San Juan de la Cruz y Fray Luis de León. En la vida y en la obra de Gelman se entrecruzan opciones de la mística -desde la fe en la acción política a la fe en el poder de la palabra- que atravesaron a su generación.
Aquella que maduró en la década de 1960 y pasó de la euforia al espanto, el exilio y luego a alguna forma de sabiduría. Su vida se puede leer como una parábola, entonces, desde aquel barrio de Villa Crespo donde nació y se crió oyendo hablar en ruso a su padre inmigrante.
"La dimensión judía palpita en mi escritura, cómo negar que las velas de los viernes o las comidas de Pésaj me han dejado una impronta", recordaría después. De chico tenía un sueño recurrente: era el paje de una corte donde improvisaba versos maravillosos que se olvidaba al despertar. Pero él llegaría a escribirlos. Y a tomarse el pelo a sí mismo -"nunca escribí ese libro", se exasperó, harto de que le recordaran los textos de Gotán (1962)- cuando le repetían aquello de "esa mujer se parecía a la palabra nunca".
Típica en Gelman es su resistencia a las etiquetas: "Cuando un tono poético está consolidado hay que romper con él", acostumbra decir. Los desengaños amorosos y políticos están allí, en las sucesivas rupturas poéticas.
Es el caso, entre muchos, de Los poemas de Sydney West (1969), de Cólera Buey (1971), de los diálogos con Teresa de Avila en Citas y comentarios (1982). De su paso por el periodismo y de sus pasiones políticas -desde la Juventud Comunista a Montoneros, con quienes rompió en 1979- brotarían otras preocupaciones. "Conmigo está esa gran confusión, me consideran un poeta político, pero en ese campo en particular yo creo que la circunstancia exterior debe coincidir con la circunstancia del corazón", dijo en 2006.
Hoy, mientras abundan las ediciones y estudios eruditos de sus poemas, Gelman es una influencia mayor en los poetas jóvenes de Latinoamérica. Eduardo Millán y Jorge Boccanera han recordado el deslumbramiento de Raúl González Tuñón -en aquel lejano 1956, el año de Violín- cuando saludó en Gelman a una voz porteña, cosmopolita y a la vez "ágil, fresca, variada en tonos y matices", solidaria pero lejana del editorialista en verso y del "evadido de la realidad".La realidad, entonces, le habló a través de los goces y de las pérdidas.
Recordémoslo: Gelman perdió a su hijo Marcelo Ariel -secuestrado y asesinado en Buenos Aires en 1976- y también a la esposa de éste, María Claudia García, secuestrada aquí en 1976 y trasladada a Uruguay, donde desapareció luego de parir una hija en un hospital militar. Tras una larga búsqueda, Gelman localizó a su nieta, que recobró su identidad y a un abuelo poeta.
"¿De qué otro modo definir los momentos más felices de un poeta, cuando lo escribe la poesía y la pluma corre por su cuenta en el papel? Es el éxtasis, el salir de sí mismo, que abraza de manera igual a la experiencia mística, a la experiencia poética y a la del amor humano", dijo Gelman en 2004. Le habían dado el Premio Teresa de Avila en España y él volvió a decirlo: "No se entra en la poesía por voluntad propia, sino por voluntad de ella.
Es cuando ella nos habita y eso ocurre cuando ella quiere. Nadie puede sentarse a escribir poesía como, supongo, nadie puede sentarse a esperar a Dios".
Aquella que maduró en la década de 1960 y pasó de la euforia al espanto, el exilio y luego a alguna forma de sabiduría. Su vida se puede leer como una parábola, entonces, desde aquel barrio de Villa Crespo donde nació y se crió oyendo hablar en ruso a su padre inmigrante.
"La dimensión judía palpita en mi escritura, cómo negar que las velas de los viernes o las comidas de Pésaj me han dejado una impronta", recordaría después. De chico tenía un sueño recurrente: era el paje de una corte donde improvisaba versos maravillosos que se olvidaba al despertar. Pero él llegaría a escribirlos. Y a tomarse el pelo a sí mismo -"nunca escribí ese libro", se exasperó, harto de que le recordaran los textos de Gotán (1962)- cuando le repetían aquello de "esa mujer se parecía a la palabra nunca".
Típica en Gelman es su resistencia a las etiquetas: "Cuando un tono poético está consolidado hay que romper con él", acostumbra decir. Los desengaños amorosos y políticos están allí, en las sucesivas rupturas poéticas.
Es el caso, entre muchos, de Los poemas de Sydney West (1969), de Cólera Buey (1971), de los diálogos con Teresa de Avila en Citas y comentarios (1982). De su paso por el periodismo y de sus pasiones políticas -desde la Juventud Comunista a Montoneros, con quienes rompió en 1979- brotarían otras preocupaciones. "Conmigo está esa gran confusión, me consideran un poeta político, pero en ese campo en particular yo creo que la circunstancia exterior debe coincidir con la circunstancia del corazón", dijo en 2006.
Hoy, mientras abundan las ediciones y estudios eruditos de sus poemas, Gelman es una influencia mayor en los poetas jóvenes de Latinoamérica. Eduardo Millán y Jorge Boccanera han recordado el deslumbramiento de Raúl González Tuñón -en aquel lejano 1956, el año de Violín- cuando saludó en Gelman a una voz porteña, cosmopolita y a la vez "ágil, fresca, variada en tonos y matices", solidaria pero lejana del editorialista en verso y del "evadido de la realidad".La realidad, entonces, le habló a través de los goces y de las pérdidas.
Recordémoslo: Gelman perdió a su hijo Marcelo Ariel -secuestrado y asesinado en Buenos Aires en 1976- y también a la esposa de éste, María Claudia García, secuestrada aquí en 1976 y trasladada a Uruguay, donde desapareció luego de parir una hija en un hospital militar. Tras una larga búsqueda, Gelman localizó a su nieta, que recobró su identidad y a un abuelo poeta.
"¿De qué otro modo definir los momentos más felices de un poeta, cuando lo escribe la poesía y la pluma corre por su cuenta en el papel? Es el éxtasis, el salir de sí mismo, que abraza de manera igual a la experiencia mística, a la experiencia poética y a la del amor humano", dijo Gelman en 2004. Le habían dado el Premio Teresa de Avila en España y él volvió a decirlo: "No se entra en la poesía por voluntad propia, sino por voluntad de ella.
Es cuando ella nos habita y eso ocurre cuando ella quiere. Nadie puede sentarse a escribir poesía como, supongo, nadie puede sentarse a esperar a Dios".
sábado, 24 de noviembre de 2007
EL PLAYON - ASENTAMIENTO EN PATERNAL JUNTO A LAS VIAS Y BAJO EL PUENTE JULIO CORTAZAR
Lunes 17 de setiembre de 2007
La crisis habitacional en la Capital: entre la pobreza y el olvido
Otro asentamiento crece junto a las vías
A la vera del ferrocarril y bajo el puente de la avenida San Martín viven unas 30 familias en condiciones infrahumanas
Por Pablo Tomino
El paso del tren hace vibrar las viejas y cercanas casas de chapa, algunas con piso de cemento y, otras, en su mayoría, sólo de tierra asentada. Allí, en un lugar invadido por la pobreza, las madres tienen incorporada una extraña rutina: más de quince veces por día corren para atrapar a sus pequeños hijos cuando el tren advierte su inminente paso por donde los pequeños juguetean, allí, sobre las vías.
A la vera del ferrocarril y bajo el puente de la avenida San Martín viven unas 30 familias en condiciones infrahumanas
Por Pablo Tomino
El paso del tren hace vibrar las viejas y cercanas casas de chapa, algunas con piso de cemento y, otras, en su mayoría, sólo de tierra asentada. Allí, en un lugar invadido por la pobreza, las madres tienen incorporada una extraña rutina: más de quince veces por día corren para atrapar a sus pequeños hijos cuando el tren advierte su inminente paso por donde los pequeños juguetean, allí, sobre las vías.
En medio de la miseria y de la muerte siempre amenazante, más de 30 familias viven en este asentamiento sobre las vías del San Martín, bajo el puente homónimo, en el barrio de Agronomía.
Cerca de allí, en Chacarita, también hay otro asentamiento junto a los rieles del mismo ferrocarril, en marzo último, donde murieron tres hijos de distintas familias de cartoneros. Una villa olvidada por las autoridades porteñas y que cuenta con una particularidad: recibe sólo la ayuda de vecinos para que los cientos de personas que trabajan, en su mayoría como cartoneros, puedan tener un plato de comida.
Recorriendo el lugar que tiene más de cinco años de vida, y hablando con las familias y conociendo sus necesidades: esas que llevaron a los vecinos de casas linderas a brindarle ayuda a un sitio ocupado por "gente trabajadora", como definieron ellos mismos. "Mi marido junta y vende cartón y plástico; somos correntinos y vinimos hace dos años, porque en Corrientes la malaria es terrible. Aquí, con 270 pesos al mes que saquemos puedo alimentar a mi familia. No es fácil, pero otra cosa no tenemos", cuenta Jorgelina, mientras enciende una fogata, prepara un mate cocido, y calienta una olla grande para bañar a su hijo Ezequiel. "Aquí el peligro es grande; cuando el tren está por pasar encierro a mis hijos -tienen 4, 6 y 7 años-, pero si están afuera de mi casa, ellos ya saben que tienen que disparar de la vía. Hubo y hay accidente mortales, pero otra cosa no tenemos para vivir. Tratamos de estar siempre vigilantes", dice la mujer, de 36 años, que hace dos que está en el lugar y, dijo que nunca recibió una visita de algún funcionario del gobierno.
Desnudos, pese al frío Es media tarde, y algunas de las viejas casitas están cerradas con candados; hace frío y dos hermanos pequeños juegan, con el torso desnudo, a 30 centímetros de la vía. Se advierte luz en las casas, todas tienen un televisor.
La electricidad la toman de la vía pública y el agua llega desde una manguera central que se diversifica en los distintos hogares. Allí, sólo hay pozos resumideros. "Esto es una miseria, pero de acá no nos vamos a ir. Sabemos que estamos tranquilos hasta diciembre, pero cuando venga Macri al gobierno [asumirá el 10 de diciembre próximo] no sé que va a pasar. Quisiéramos vivir en un lugar mejor, pero no nos van a dejar sin nada. Más hambre no podemos pasar. De noche, nos invaden las ratas", dice Miguel, de 24 años, padre de tres hijos, correntino, y que viste una camiseta de River. El hombre agrega: "Si Macri nos saca, vamos a incendiar este lugar; en eso nos pusimos todos de acuerdo". El fuego ya visitó este asentamiento. Hace tres semanas, una casita de material cercana al puente ardió por completo. Operarios de fábricas linderas y vecinos colaboraron con esa familia para reconstruirla.
"¿Si vino alguien del gobierno a darnos una mano? No, ni uno. Acá vienen cuando se está por votar para tirarte algo de guita. Pero después, no aparecen más. Yo laburo como cartonero, desde la mañana hasta la noche, y saco 20 pesos por día. Pero los comerciantes del barrio, el panadero, el carnicero, siempre me dan una manito con algo que les sobra", cuenta Agustín, de 38 años. "El fuego pasa, porque como trabajamos con el cartón, alguno de nosotros que fuma se descuida, y se prende todo. Y, a veces, la gente tira cigarrillos desde el tren", agrega. Es padre de dos hijos, a los que deja jugar muy próximo a las vías. Uno de ellos, Ezequiel, lucha con un triciclo entre los rieles. Está descalzo, y su madre muestra cómo la callosidad de los pies del pequeñito de tres años lo protege de los vidrios que hay en el suelo. "Es como si tuviera zapatillas, ¿ves?", muestra la madre y vuelve a dejarlo en el fangoso suelo, poblado de elementos cortantes.
El asentamiento del puente San Martín linda con otro refugio de pobres, la ex fábrica conocida como "La lechería", donde habitan muchas familias de pocos recursos. Pero los grupos no se llevan bien. "Algunos allí son bravos y nadie los puede sacar. Pero la gente conoce quién es cada uno", dijeron en el barrio. María Inés es una jubilada que vive a tres cuadras de este asentamiento invadido por basura y donde abundan roedores por la acumulación de desperdicios de alimentos. "La gente de la villa al lado de las vías es gente que trabaja y no molesta a los vecinos. Hay algunos que se emborrachan y dan un mal espectáculo, pero nunca pasó algo preocupante", relató la mujer. Otros asintieron. Se oculta el sol en el barrio de Agronomía y en las viejas casitas de chapa linderas a las vías se advierte el humo de las fogatas; es la hora de la cena y más tarde, de dormir. Claro, siempre con esa sensación extraña de fondo, ya que el tren sólo dejará de pasar entre la 1 y 3 de la mañana de cada día.
17 de setiembre de 2007
Qué hará Macri con las villas "paralelas"
Apelará al control y la urbanización
La situación en la que se encuentran las más de 30 familias de este asentamiento inquieta al futuro gobierno que comandará Mauricio Macri desde el próximo 10 de diciembre. Enzo Pagani, legislador electo por Pro, dijo que el macrismo hizo durante todo el año un trabajo de relevamiento en las villas de la Capital. "Nosotros tenemos dos políticas centrales para la situación de las villas en la ciudad: por un lado, se tratará de urbanizar y darles dignidad a los actuales habitantes de villas de emergencia, y por otro, se establecerán políticas de control y prevención de los asentamientos".
Qué hará Macri con las villas "paralelas"
Apelará al control y la urbanización
La situación en la que se encuentran las más de 30 familias de este asentamiento inquieta al futuro gobierno que comandará Mauricio Macri desde el próximo 10 de diciembre. Enzo Pagani, legislador electo por Pro, dijo que el macrismo hizo durante todo el año un trabajo de relevamiento en las villas de la Capital. "Nosotros tenemos dos políticas centrales para la situación de las villas en la ciudad: por un lado, se tratará de urbanizar y darles dignidad a los actuales habitantes de villas de emergencia, y por otro, se establecerán políticas de control y prevención de los asentamientos".
Sobre las responsabilidades que hoy le toca asumir al gobierno porteño, el futuro legislador fue elocuente: "Creemos que hay situación de emergencia y peligrosidad extrema y no se puede permitir que un asentamiento se radique, como los que están sobre la costa del Riachuelo o los linderos a las vías. Estas son prioridades que hay trabajar, y el actual gobierno de la ciudad tiene herramientas para solucionarlo hoy desde Desarrollo Social y proceder al levantamiento de la gente que vive ahí", aseguró, aunque aclaró que "cualquier política directa está limitada, porque los terrenos linderos a las vías pertenecen al Estado nacional".
Consultado Pagani sobre qué política adoptará el gobierno de Macri en relación con este asentamiento, dijo: "Se ha instalado un poco esa idea de que el macrismo sacará con una topadora todas las villas de la ciudad, y no es así; haremos un relevamiento en los asentamientos y villas, y sobre la base de lo que arrojen éstos se tomarán medidas de gestión considerando la problemática de cada caso puntual". ¿Y qué indicaron las actuales autoridades porteñas? Nadie quiso referirse al tema.
consultado el Ministerio de Desarrollo Social y a distintas áreas que tienen implicancia en la problemática de los asentamientos, pero nadie respondió sobre la crítica situación de esas familias.
Tampoco si este asentamiento sería relocalizado y trasladado al Parque Roca, como ocurrió con el que estaba en las avenidas Jorge Newbery y Warnes, o como se hizo con las familias de Villa Cartón.
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